En vista de las celebraciones por estos días respecto a los primeros 50 años girando en torno al orgullo gay, comparto 10 testimonios de personas que han salido FELIZMENTE de la vida homosexual, personas comunes y corrientes que se sentían atrapados buscando ser lo que no eran, convencidos de que la naturaleza los había parido diferentes, y quienes hoy gozan de una vida diferente, tranquila y relativamente feliz. Algunos viviendo en la tranquila castidad alejados del extremismo sexual y otros con parejas del sexo opuesto, hijos y una vida familiar restaurada que les ha permitido entender que lo único que les faltaba era amor… después de haber pasado por drogas, depresiones, intentos de suicidios y hasta haber entrado a las entrañas del mismo ocultismo, se puede decir que la verdad los liberó de las ataduras que los tenían atrapados en el mundo homosexual.
Testimonio 1 Luca di Tolve
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| Luca di Tolve ex homosexual |
Uno de los testimonios ya lo habíamos publicado antes, se trata de Luca di Tolve, un italiano autor del libro testimonio «Yo fuí gay» y su historia inspiró la canción «Luca era gay» del cantautor Povia presentada en el festival San Remo de 2009 y que levantó odios y ampollas en redes sociales, donde no se tolera que haya ex homosexuales porque entonces se cae el teatrillo de la ideología de género.
Luca era gay, el video censurado en facebook que muestra la verdad de un EX homosexual
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| doctor Joseph Nicolosi |
Luca como muchos homosexuales fué un comprometido activista del movimiento gay, se volcó en lo peor del sexo promiscuo y desprotegido y adquirió el virus del sida!.
Su salida de la homosexualidad se dió rezando a la Virgen de Medjugorje, y es luego como fué entendiendo que hay oportunidades para todos y que el amor de Dios es gigantesco y que su vida podía cambiar. Es así como llegó a los libros del doctor Joseph Nicolosi, por medio de los cuales entendió que él podía restaurarse y ser un buen padre y buen esposo de una mujer.
Una vez sanadas sus heridas que tuvieron origen en su infancia especialmente por haber vivido en una familia disfuncional, hoy critica la cultura LGTB y ayuda a muchos a dejar ese ambiente acudiendo a Cristo, que en la Biblia afirma: «Venid a mí los cansados y agobiados».
El video musical
Su testimonio
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Testimonio 2. Rubén García
Se trata de un ex homosexual que se dedicaba a la prostitución, travesti quasi transexual…de quien también compartimos toda su historia en unos de nuestros post.
De niño a niña: la transición del retorno de transexual a hombre. TESTIMONIO Rubén García EX TRANSEXUAL #LGTBi
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| Rubén García ex homosexual |
Rubén García es hoy uno de los coordinadores de Courage Latino en México, un apostolado para personas que experimentan atracción por el mismo sexo pero que quieren vivir en castidad, como creyentes y explorando otras vías afectivas como la fraternidad, la amistad, el parentesco, el servicio y la espiritualidad.
Ellos han demostrado que es posible salir de ese mundo de mentiras construído para confundirlos. Rubén se define como «un hijo de Dios con una atracción hacia el mismo sexo, un católico que vive su fé a pesar de tener esta atracción».
De niño su padre y los niños varones, le trataban con desprecio nunca tuvo el cariño y comprensión de su papá y es lo que lo llevó al mundo de la homosexualidad, por eso está enfocado especialmente en la prevención de la homosexualidad y alerta a los padres en ese sentido y de la importancia del amor en la formación de los hijos.
Rechazado en casa pero en ambientes gays se sentía acogido. Se prostituyó y al igual que Luca cuando creyó tener sida, casi se suicidó, pero una voz divina le detuvo y reorientó su vida hacia la fé, la amistad casta y la fraternidad cristiana.
En el documental «Te puede pasar a tí, capítulo 2«, producido por Juan Manuel Cotelo y la productora Infinito + Uno, se dramatiza cómo fué el caso concreto de Rubén.
Video:https://www.youtube.com/watch?v=lPxT0zofF5I
Testimonio 3. Daniel Talavante…. entre el ocultismo y la homosexualidad
Ese nombre para quienes siguel el blog talvez no es conocido y es porque no habíamos hablado de él, por eso aprovecho para exponer su testimonio en estas importantes fechas del orgullo gay.
El 24 de agosto de 2016, Daniel Talavante un joven que vive en Madrid, explicaba en su cuenta de Facebook cómo no deja que sus sentimientos homosexuales dictaminen quién es él ni qué orienta su vida: «Lo importante no es combatir, lo importante es mi relación con Cristo que es el que me hace ser feliz». Después daba más detalles en el programa «Cambio de Agujas» de HM Televisión.
Lo que veía en la vida gay es que no había verdadero amor, sino personas que se usaban.
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| Daniel Talavante ex homosexual |
«Yo sentía que no quería a ese chico más que para complacerme a mí mismo y no me sentía querido por él sino usado para lo mismo que yo lo usaba a él. Era como si hubiéramos hecho un contrato, yo le daba cariño y él, a cambio me lo daba a mí, y ambos teníamos que cumplir. Yo no estaba amando de verdad y yo deseaba amar de verdad, pero no podía, solo podía buscarme a mí mismo en el otro y a mi propio placer. Tenía unas amigas lesbianas que también rompieron y una de ellas intentó suicidarse. La llevamos al hospital y al poco tiempo, cuando ya estaba en casa un día ella me llamó para hablar conmigo porque seguía muy mal.
Quedamos en una cafetería y ella comenzó a contarme todos sus problemas y miedos y yo no sabía que decirle, la vida me parecía horrible, la suya y la mía…» y todo esto tenía una razón, no era feliz.
Daniel no solo estaba envuelto en el homosexualismo hundido hasta los tuétanos sino que como la mayoría de los LGTB, tenía fuertes nexos con el ocultismo y la brujería y dice que se introdujo en ese mundo porque nunca llegó a oir hablar de Dios en su hogar destruído por el divorcio de sus padres, ni nunca oyó a ninguno de sus amigos tampoco hablar de Dios como para tener un punto de referencia entre lo bueno y lo malo o lo espiritual relacionado con el cristianismo.
Su interés por lo oculto surge a los 10 años cuando creyó tener poderes premonitorios y podía conocer el futuro a raíz de un episodio que tuvo yendo camino a la escuela.
Ese día lo llevaba su abuelo y en el auto se le cayó algo al piso y cuando se agachó a recogelo tuvo un mareo y vió un espejo empañado y que el auto en que iban se accidentaba. Le contó a su abuelo y este le dijo, tranquilo Dani que mientras estés conmigo nunca te pasará nada. A los 5 minutos el abuelo dice que se le nubla la vista y Dani creyó que era una broma pero efectivamente el abuelito no podía ver y se desvanece abrazando al niño mientras el auto seguía su curso. El abuelito murió en el acto como lo vió en su «premonición».
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| premoniciones |
El creyó que podía encontrar la manera de controlar ese «poder» para adivinar el futuro porque esa muerte del abuelo lo dejó marcado y traumatizado, aunque… con un ego algo agrandado creyendo que podía saber el futuro.
El empezó a leer el tarot, la bola de cristal y a meterse en todas las ramas de la adivinación y creía que ese poder era suyo, luego se daría cuenta que eso era algo que venía de su sangre porque en su familia varios podían tener premoniciones que luego se entera tendrían un origen demoníaco. Para entonces a los 15 años ya estaba metido en rituales, haciendo pentagramas de 5 puntas, invocando espíritus e incluso sabía que cuando le pitaban los oídos era porque ya los espíritus le iban a dar informaciones y a tener experiencias paranormales. El famoso pitido del que hemos hablado en otros post, causado por implantes que han colocado en abducidos.
A la edad de 15 la abuela lo mandó a la iglesia el miércoles de ceniza y es cuando empieza el camino de salida del ocultismo… él nunca había tenido interés en cosas religiosas y tampoco le habían hablado de Dios y es después de ponerse la cruz de ceniza y oir la frase de polvo eres y en polvo te convertirás, entra en crisis existencial y decide hablar con el sacerdote un poco enojado porque dice que si igual se va a morir, para qué invertir tiempo en ir a la escuela, en ser buena persona, en no hacer cosas «malas» si después de la muerte no hay nada. Pero el sacerdote le habla de Dios del que nunca había oído hablar.
Se iniciaba entonces un camino de salida del ocultismo pero que no se daría rápidamente ya que Daniel seguiría adivinando el futuro a sus amigos, haciendo hechizos para causar males a otras personas etc. Pero es un día cuando participaba de una convivencia, que se entera que las cosas del ocultismo iban en contravía de lo que Dios espera de nosotros y es como decide confesarse.
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| ex homosexual |
Pero es como en horas de la noche que le ocurre un escalofriante evento después de despedirse de sus amigos con los que andaba, cuando decide ir a la capillita a orar antes de acostarse, pero cuando se fué a arrodillar para orar a Jesucristo y como él dice, «darle las buenas noches», algo como una sombra negra gigantesca se monta sobre él provocándole parálisis y un pánico tremendo y él queriendo usar sus «poderes mágicos y conjuros» para quitárselo de encima, se detiene un segundo porque ese día había aprendido que esas cosas no son de Dios y cae en cuenta que está en la casa de Dios mismo y que allí no era necesario usar esas cosas porque allí estaba la presencia de Cristo y es de inmediato como esa cosa del mundo espiritual lo suelta, se quita inmediatamente de encima y desaparece.
A partir de ese momento sus poderes paranormales se fueron con esa sombra gigantesca y como consecuencia positiva, es que nunca más pudo volver adivinar nada, nunca más llegó a tener ninguna visión del futuro ni pitidos en los oídos ni nada, comprendiendo que esos poderes que él creía que tenía provenían realmente de entidades demoníacas, eso es lo que llegó a comprender de esa experiencia, que esos poderes de saber el futuro y esas capacidades las obtenía de entes demoníacos que lo abandonaron cuando tomó la decisión de seguir a Dios.
Esa batalla ya la había ganado pero empezaba la más grande, luchar contra su atracción por el sexo opuesto, aunque él sabía que cuando era niño le gustaban las niñas y que se había enamorado perdidamente de una compañera de su curso, pero a causa de la ausencia de la figura paterna y los problemas surgidos en su infancia, es que empezó con la atracción por los cuerpos masculinos. Algo que empeoró en su tiempo de asistir a la universidad ya que había dejado de tomar la guía de su confesor y él mismo se engañaba y engañaba a los sacerdotes puesto que se confesaba un día con uno y luego con otro y no se daba la oportunidad de que el sacerdote que conocía su atracción homosexual pudiera darle una guía adecuada.
Ese inicio en la uni fué de plena libertad y es cuando se olvida de todo y se involucra en solo fiesta, una relación homosexual que resulta todo lo contrario a una relación amorosa, terminó envuelto en una relación tóxica, eso lo llevó al siguiente nivel, la promiscuidad y a tener relaciones paralelas con otras parejas y esa desestabilidad emocional lo lleva a tener problemas con el alcoholismo y es cuando pasa lo de su amiga lesbiana. Eso lleva a hablarle a ella de ese Dios del que él ya había escuchado, le decía que Dios la amaba, que habían nuevas oportunidades para ella y es cuando decide volverse para su ciudad, al recordar que: “Me acuerdo de mis amigos cristianos de Madrid, que eran hijos de padres cristianos. Hay un momento en que empiezo a decir: mis amigos cristianos, no hacen lo que quieren sino lo que les dicen sus padres, pero el recuerdo que yo tengo de ellos es que son felices. Y, sin embargo, yo he hecho lo que me ha dado la gana, lo tengo todo, o puedo tenerlo todo, y no soy feliz”.
Al volver a casa, todo parece restaurarse, su relación familiar y todo parece volver a tomar forma al retomar de nuevo su camino que había dejado abandonado.
Todo cambió cuando se acercó a una parroquia donde fué bien acogido, se confesó y adoptó una vida de castidad y fraternidad cristiana. «En la Iglesia yo tengo a mis amigos. Amigos (algunos muy especiales, a los que quiero como a mí mismo, ellos saben quiénes son) que me conocen profundamente y que aún así me quieren (siempre desde la verdad), con los que yo me siento libre, a los que estoy aprendiendo a amar de verdad y ellos aprendiendo a amar a un Dani débil, siempre libres y sinceros conmigo, siempre, como yo lo soy con ellos».
«La vida gay y la magia ritual no me hicieron feliz; Cristo, en cambio, sí»
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Testimonio 4. Daniel Delgado… Miss Texas Gay y drag queen
Daniel Delgado, un hispano de EEUU, creció con un padrastro violento y alcohólico,esto hizo que creciera con miedo hacia los hombres: «Yo tenía miedo de los hombres, no confiaba en ellos, desde niño.
Me sentía más seguro con las mujeres, todos mis amigos eran chicas. Crecí con mucha confusión de género. Quería ser chica y no me gustaba ser un varón. También sufrí abusos de todo tipo por parte de mi padre biológico y sexuales y miembros de mi familia, desde los seis años. Yo no sabía qué hacer, creía que eso era normal, creía además que todo eso era culpa mía, no decía nada porque no quería problemas. Sentía vergüenza. Me sentía sucio y usado. Los terapeutas me afirmaban en mi confusión de género, me animaban a aceptar mis inclinaciones homosexuales. Con dieciocho años, empecé a vestirme de mujer, me gustaba todo ese mundo de las drag queen. Pensaba: Esto es lo mío, y empecé a vivir mi fantasía de querer ser una chica. Competía en concursos, y hasta me eligieron Miss Texas Gay».
Siempre se preguntaba qué diablos hacía allí porque nunca se sentía a gusto estando en ese mundo, era infeliz, estaba rodeado de lo que se cree es alegría pero él no sentía alegría alguna ni disfrute alguno de lo que hacía y los logros que obtenía en el mundo gay, pero por el contrario se hundía en la depresión, las drogas y el sentimiento suicida
Inconscientemente lo que Daniel Delgado quería desesperadamente era ser aceptado y amado por los hombres… con Dios eso cambió
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| Daniel Delgado ex drag queen, ex transexual |
Un día una vecina le invitó a ir al grupo de oración de su iglesia. «Todo el mundo se apartó, porque yo llegué con mis zapatos de plataforma, mi poncho y una camiseta que dejaba a ver mi ombligo. Escuché hablar de Jesús, del amor de Dios, de cómo es Jesús… Rezaron por mí en ese momento. Siempre había querido que los hombres me aceptaran y me quisieran, y en ese momento varios hombres rezaron por mí y lloraron por mí. Comencé a ver que otras personas me amaban como era, y que tenían una relación verdadera con el Señor, y me dí cuenta de que Dios era de verdad. Me aferré a Jesús como mi única esperanza, comprendí que era digno de amor. Nadie me ordenó cambiar de vida, sólo ví Su amor. Dios se convirtió en el Padre que yo nunca tuve. Y mi vida cambió».
Testimonio 5. James Parker: «me acosté con 200 hombres, hoy soy un heterosexual casado feliz»
James era un reconocido activista y miembro activo de la comunidad gay inglesa quien un día buscando ayuda terapéutica para manejar sus relaciones personales, terminó por accidente volviendo a sus orígenes y dejando la homosexualidad. Al acudir a la terapia nunca fué por confusión sexual o de género ni porque quisiera dejar de ser lo que era, todo fué según él, un maravilloso accidente:
«Yo había nacido gay, era todo lo que sabía. Supe que era gay a los 10 u 11 años. Mi primo había salido del armario y yo tenía las mismas atracciones que él. A esa edad los niños les empieza a gustar las niñas, pero yo estaba interesado solamente en los niños, nunca me interesaron las niñas. Para mí la adolescencia fué un infierno. A menudo pensé en suicidarme, en ocasiones me autolesioné, tenía un problema cada vez mayor con el alcohol y la pornografía gay. Se lo dije a mis padres a los 17 años, hecho un mar de lágrimas pero mis padres reaccionaron de manera increíble; me dijeron que ya sabían que era gay y que contase con su amor de manera incondicional al igual que mis compañeros.
Fuí la primera persona en declararse abiertamente gay en la universidad a la que asistía y organicé el primer grupo de activismo LGTB, nunca sentí la necesidad de cambiar. Crecí en la fé cristiana y en Londres asistí al Movimiento Cristiano LGBT. Me deleité en el mundo gay de Londres, esto me llevó a una vida muy promiscua. De hecho, llegué a tener 200 parejas sexuales.
Siguiendo el consejo de un amigo fuí a terapia para resolver mis problemas hacia con las relaciones y el compromiso. Mi terapeuta nunca se centró exclusivamente en mi atracción sexual hacia los hombres, pero mi «ser gay» tenía que ser parte del diálogo, de no ser así hubiera dejando una parte de mi vida fuera. Gran parte de mi recorrido se centraba en perdonar a quienes tenía que perdonar, y reconocer que yo había construído muros ante personas significativas en mi vida, en especial ante mis padres y hermanos.
Finalmente me dí cuenta de que de que de pequeño dejé de interactuar con otros hombres de manera significativa. Percibía ser rechazado por ellos y ya siendo un niño pequeño tomé la firme decisión de no confiar en ellos. Las personas se habían acercado a mí, pero yo los había rechazado, incluyendo a mi padre y a mis dos hermanos mayores. Ahora entiendo por qué los hombres se convirtieron en un misterio para mí e incluso una obsesión en mi adolescencia, que fué cuando empecé a sexualizar a los hombres y a alimentarlo a través de la pornografía.
Fué simplemente una mezcla de terapia cognitiva para desafiar mis creencias arraigadas y acabar con pensamientos unilaterales; terapia conductual, para cambiar comportaminetos y hábitos llevados a cabo a lo largo de los años; y EMDR, que utiliza movimientos oculares rítmicos para amortiguar la fuerza de los recuerdos traumáticos. No hubo nada brutal o desgarrador en la ayuda que recibí; las historias de terror que escuchamos de algunos de esos documentales sobre el cambio gay-heterosexuales, no se aplicaron aquí.
Mis miedos y la ansiedad disminuyeron gradualmente, y empecé a sentirme más aceptado cuando estaba entre hombres y mujeres. Pasé de rechazar constantemente la identidad masculina a abrazarla; mi postura corporal cambió, empecé a caminar más recto y perdí mi manera afeminada de andar. Me cambió el tono de voz de tal manera que la gente incluso me lo solía decir».
Empecé a ver qué tal vez, sólo tal vez, nunca fuí realmente gay y que había un hombre tan real y tan noble como los que a menudo había admirado, adorado y anhelaba en lo profundo dentro de mí, que estaba a la espera de ser liberado.
El contacto físico con las mujeres, incluso tocar el pelo de una mujer se hizo más agradable. Empecé a disfrutar de ser un hombre y disfrutar más de la compañía de las mujeres. Con esto no quiero decir que saliese y me atrajesen todas las mujeres que conocía; no era un adolescente. Fué un proceso gradual, que me llevó a salidas y relaciones con mujeres.
«Llevo casado con mi mujer ocho años, tenemos una hija de cinco años. Me encanta el arte y el teatro, pero me gustan los deportes de equipo, esos que temía tanto cuando era niño. Una de mis películas favoritas es «Salvar al soldado Ryan» porque trata la amistad profunda entre hombres, algo que nunca antes había disfrutado. ¿Soy ahora exclusivamente heterosexual? algunos me preguntan. La mayoría del tiempo, sí. Para casi todo el mundo la sexualidad surge de manera natural, en mi caso suele ser así, casi siempre. No echo de menos el estilo de vida gay que dejé atrás. Cuando visité a mi ex novio, cinco años después de la terapia, pude ver los inconvenientes de esa vida pues él había contraído el SIDA».
Hoy James ayuda a otras personas del mundo gay que buscan orientación y apoyo
«Ahora tengo claro que la persona no nace gay y que cualquier persona puede desarrollar esta identidad que yo he encontrado».
Él trabaja actualmente en una librería cristiana y siempre está dispuesto a contar su testimonio a donde quiera que lo inviten o lo lleven.
Debido a su manera de llegarle a la gente es que ha tenido mucho eco en los colectivos LGTB y padres de chicos y chicas que creen ser gays o lesbianas o transexuales, le escriben mucho agradeciendo su testimonio y le piden muchos consejos que puedan ayudarles a triunfar como lo ha hecho él saliendo del profundo hoyo del conejo.
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| Joseph Sciambra ex actor porno ex prostituto ex homosexual |
Joseph también ha encontrado mucho apoyo de parte de grupos evangélicos porque en lo que respecta con su testimonio, hay fenomenología demoníaca incluída y es por eso que para los evangélicos apoyarle nunca ha estado en duda porque los cristianos y no cristianos deben conocer todas las formas en cómo nos volvemos presas del demonio aunque no es tan conocido precisamente en los círculos cristianos y católicos, donde hablan del demonio pero no creen en él…. talvez sea por ese aspecto que no es muy invitado por estos grupos religiosos para hablar de su testimonio, además por lo duro y crudo de su historia, ya que habla de todo lo relacionado con la homosexualidad, las heridas físicas que deja ese estilo de vida, las huellas psíquicas y en especial las de nivel espiritual porque la demonología también está presente.
Joseph Sciambra es de California y en su testimonio cuenta que en su infancia y adolescencia nunca conectó bien con su padre, a quien veía como un dios inalcanzable, fué un hijo deseado y nunca fué víctima de maltratos de parte de sus padres. «Mi padre era ambicioso, audaz, ruidoso. Yo no era como él. Mi padre era fuerte y corpulento. Yo no». En la escuela era tímido y debido a eso y su estilo delicado nada alborotado, se convirtió en la víctima perfecta para bullying, así que creció con esa frustración de no saber cómo defenderse de los ataques constantes de sus compañeros ya que solo atinaba a quedarse congelado y no salía ni siquiera un insulto para defenderse.
El consumo de pornografía en su adolescencia fué la puerta de entrada en un plano inclinado que le condujo, años después, a convertirse en actor porno gay y a prostituirse.
Joseph dice que el porno en la infancia es dañino, ya que además cuando estas mentes débiles ven a tan temprana edad pornografía, es como una adicción a las drogas que surge en esa pequeña mente y es por eso que es una puerta de entrada a otras pervesidades ya que se te pierde el horizonte de lo moral y lo inmoral y la persona se vuelve deshinibida. A esa edad es más fácil que se canse de ver ciertos escenarios y se mueva a otros modelos de sexualidad que van aperturando a la persona para cosas más pesadas y de más grueso calibre. Joseph cuenta que empezó viendo chicas en la revista Playboy pero luego se cansó de ver siempre «lo mismo», luego llegó la revista Penthouse y así fué «ascendiendo» en grados de perversión hasta que llegó a sexo entre hombres y mujeres, mujeres con mujeres, hombres con hombres, orgías, etc.
Se inició en la pornografía y la masturbación a los 8 años, un bebé prácticamente. Dice que allí empezó viendo primero fotos de mujeres desnudas que fueron desencadenando con el tiempo deseos de ver otras cosas como sexo heterosexual y luego gradualmente iría metiéndose en lo hardcore, bondage, sadomasoquismo y luego se quedaría en lo homosexual y sexo grupal que era lo que más terminó atrayéndole.
Era más bien tímido e introvertido, se sentía muy solo pero llegaba a los 18 años y decidió iniciar sus estudios universitarios en san Francisco, la meca del mundo gay, buscando su espacio, aprobación y sentirse a gusto en algún lado pero de inmediato conoció que allí la apertura sexual llegaba a niveles descarados.
Casi inmediato a su llegada conoció a un grupo de hombres mayores, algunos casados obsesionados con la pornografía homosexual que lo introdujeron de lleno en la pornografía y la homosexualidad. Hasta ese momento él no sabía que era homosexual ya que también tenía una cierta obsesión con la pornografía femenina pero es en ese grupo de hombres que es «iniciado», mediante pornografía y abuso sexual.
Por la necesidad de dinero empezó a hacer películas porno y prostitución, a cambio de sexo hombres mayores le daban dinero para sus necesidades. Para él hoy es claro que el padre desaparecido es la palanca con la que el mundo homosexual te atrapa en sus garras, la manera como estos hombres mayores introducen a los niños y a los menores en ese mundo, porque él dice que igual a los 18 era casi un niño y es cuando tuvo su primera experiencia sexual abusiva. No en vano es la constelación recurrente de la pornografía, la unión de un maduro con un joven. Esta constante la han denunciado otros gays incluso activos en el mundo LGTB, como por ejemplo Chad Felix Greene, quien deja en claro que es como el ritual de iniciación para convertir a alguien en homosexual, el hombre mayor que viola al joven, al niño aprovechando la ausencia del padre, aprovechando la desconexión con el padre, o en el caso de las niñas, la mujer mayor que abusa de la niña aprovechando la ausencia, amor y atención de la figura materna.
De hecho él en una entrevista para una web austriaca, comentaba que muchos amigos suyos empezaron a morir de sida, y él era de los sobrevivientes que empezó a convertirse en una especie de dios para los homosexuales más jovencitos y él empezó a repetir ese patrón de abuso, maltrato, arrogancia de los que había sido víctima cuando era tan jovencito y replicando esto con los más jóvenes. En ocasiones solía buscar mujeres en la calle, mujeres que se dedicaban a la prostitución para llevar a cabo todas esas fantasías que había visto en cientos de películas pero llegó el día en que se dió cuenta que para sus fantasías más extremas, ya las mujeres no podían llevarlas a cabo ya que se requería una fuerza más descomunal como la de los hombres.
A raíz de toda esa vida desordenada, así mismo su mente se fué volviendo más desordenada, al punto de que su propia familia temía de que un día terminaran llevándolo a un hospital psiquiátrico o peor, que tuviesen que ir a su funeral ya que estaba cada vez más actuando descontroladamente y como un loco, además de sus afecciones físicas que lo llevaban con recurrencia al hospital. Como consecuencia de su vida loca terminó aunque no con el virus del VIH, sí muy cansado, agotado, con sangrados y dolores en el cuerpo: «Los rencores y la autodestrucción me marcaron. Pensé que el estilo de vida gay me evitaría preocuparme. Pero a finales de los noventa, mi salud corría un gran peligro. Constantemente sufría de hemorroides, lesiones anales, sangrado, lo que me provocó anemia. Estaba luchando contra la clamidia y la gonorrea. Los antibióticos perdieron cada vez más su efecto. No entendí que estaba a punto de morir». A Joseph tuvieron incluso que coserle el recto de lo rasgado que lo tenía después de relaciones sexuales brutales que había tenido, intentando replicar las fantasías sexuales que le había brindado el porno.
Joseph y el diablo
Joseph escribió un libro titulado tragado por Satanás que ha levantado miles de ampollas por la manera como narra todo lo vivido en el mundo de las tinieblas espirituales, calificado por algunos como sexualmente «retorcido» pero pues es lo que él vivió y que es el trasfondo real de la homosexualidad como Joseph mismo lo reconoce, entre más te adentras en esa vida, más influenciado del mundo espiritual demoníaco estarás.
Joseph dice que estuvo 10 años en el tracto digestivo del mismo diablo desde los 18 a los 28 años, desde entonces inició su proceso de reparación y a la fecha de hoy dice no haber tenido relaciones homosexuales por unos 18 años.
En su libro no exagera, y narra todas esas experiencias de tipo paranormal que empezó a vivir en el mundo gay, como voces que aparecían durante sus relaciones anales y que le hablaban y le decían que experimentara cada vez cosas más brutales como ir subiendo de nivel, bondage, sadomasoquismo, orgías abuso sexual etc.
Joseph no se guarda absolutamente nada y cuenta en su libro de otra experiencia más de tipo ritual que tuvo con un grupo de brujas masculinas y con quienes hizo una orgía. Los sacerdotes lucían máscaras demoníacas, la figura que usaban en las máscaras dice era como la de un carnero, la del baphomet.
Después de practicar ese sexo ritual debía ofrendarse para poder experimentar al diablo mismo y es como sabía que después de aquella ceremonia no había forma de devolverse así que se acostó en el altar, el sacerdote termina su ceremonia y lo apuñala con un cuchillo y tras ser llevado al hospital, veía no solo a su madre en torno suyo, quien oraba a Dios por su salvación ya que estaba perdiendo la vida, sino que además vió a una legión de entidades que se asomaron por un portal que se abrió en la pared en esa habitación y a través del cual solo se veía un enorme y oscuro vacío. Estos entes olían apestosamente y se le acercaban pero no hablaban hasta que uno de ellos solo dijo: «ABIERTO»…. refiriéndose a Joseph como portal orgánico.
Esto al parecer es lo que más lo impactó y que influyó en su posterior cambio de vida, ya que vió que su alma iba directo a ese hoyo negro, el mismo infierno! y todo gracias a esas orgías demoníacas y prácticas homosexuales en las que participó.
El testimonio de Joseph si ven en la web, no es compartido en su totalidad y se menciona que él intentó suicidarse y que tuvo una experiencia espiritual del otro mundo pero no fué un suicidio sino una ceremonia ritual y no vió a Jesucristo sino a una legión de demonios saliendo por un portal dimensional. No sé por qué se abstienen de contar esto que él describe con lujo de detalles relacionados con orgías homosexuales y rituales satánicos, muchos hasta se burlan de su testimonio.
En su testimonio comenta que hizo la tabla ouija a eso de los 8 años, aunque él aún no ve la conexión entre esos portales que abrió con la ouija y la posterior parasitación de entidades que lo llevaron a consumir pornografía a tan temprana edad para luego irlo llevando hacia otras ramas de la pornografía e irlo conduciendo hacia la más profunda oscuridad espiritual y sexual, convirtiéndolo además en un puente entre el mundo oculto y la homosexualidad ya que él era actor porno y muchísimas personas fueron inspiradas con sus películas a la práctica de la sodomía, a través de la cual se han creado conexiones invisibles con entidades del mundo espiritual. Nadie se pregunta por qué incluso desde el mundo de la pornografía se alienta que hasta las mujeres también sean sodomizadas, sin que sepan que incubos y sucubos son concebidos a través de sus cuerpos espirituales.
Joseph narra con todos los detalles del caso cómo por ejemplo él fué a un club para ser «abusado en grupo» durante las típicas orgías y durante el sexo «concibe» un demonio que salió por su recto, una entidad no física pero sí espiritual.
Después del sexo, el demonio «brotó de mi cuerpo» y «crecería y sin piedad. El demonio siempre me rodeaba y a veces me hablaba. Él solo atinó a recordar a Aleister Crowley quien a través de su pervesidad sexual homosexual, tenía comunicación con espíritus y extraterrestres. Joseph dice que él en verdad se había dado cuenta por su sensibilidad espiritual que a través del sexo anal se había activado algo a nivel no físico y en su rebeldía hacia Dios y todo lo que representara la bondad, llegó a desear que realmente fuera poseído por esa fuerza poderosa ya que al dios cristiano lo veía como a un debilucho. Su petición fué escuchada como efectivamente ocurrió ese día en ese club. Asegura que efectivamente esos demonios se forman con la práctica de la sodomía. Dice que de su piel brotó un líquido blanco y sangre también cuando ese demonio salió de su recto.
La salida de la homosexualidad de Joseph se empezó a dar tras esa traumática experiencia espiritual/paranormal al ver que su alma estaría pronto perdida en la profundidad del infierno, y es como él arranca un proceso de conversión. Aparte de esto, Joseph llegó a los escritos del doctor Joseph Nicolosi y al ir viendo todos los estudios de caso acerca de los homosexuales, siempre había una constante en la relación de estos con sus padres pero él no veía clara la conexión …pero así fué como inició el camino de «desprogramación» como Joseph lo llama, al reconocer a ese niño perdido y desconectado del padre. En su desprogramación también llegó a reconocer que había sufrido abuso sexual en su infancia, y es que el ser expuesto a la pornografía siendo apenas un nene es una forma de abuso sexual, fué su hermano mayor quien lo introdujo en ese perverso mundo poniendo en su mano todo tipo de material sexual nocivo para su débil mente… sumado a eso los abusos sexuales que sufrió de parte de hombres adultos adinerados y ligados al ocultismo fueron cruciales en la definición de su homosexualidad.
Para él es más que claro que hay un vacío en las personas que llegan a consumir pornografía, un vacío que estás intentando llenar con algo… este mundo de la pornografía te apertura a introducirte cada vez más profundamente en todo tipo de perversión incluso llevándote a introducirte en las fueces del miso diablo.
Desde que conoció la verdad, todos sus malos deseos de morir, de tristeza, de soledad, de abandono desaparecieron y hoy se refugia en el amor de Dios, ese amor más puro que era lo que siempre andaba buscando
Video: https://youtu.be/UIt8VPR-t2o
Testimonio 7. David Prosen
David al igual que Rubén, trabaja para la organización Courage para asesorar y brindar apoyo a las personas LGTB.
La historia de David no es muy diferente de la de otros que llegan a los colectivos LGTB en busca de «encajar», no encajan en sus familias, no encajan en la escuela y así es como van llegando a estos grupos en búsqueda de identificarse con una agrupación de personas.
En la escuela pensaba que si se viera atlético como alguno de sus compañeros o si fuera tan popular como fulado talvez podría ser aceptado, pero nada de eso pasaba y por el contrario la timidez se engrandecía ahondando en una terrible inseguridad que terminó convirtiéndose en vergüenza que lo llevó a odiarse profundamente a sí mismo. David sentía que pertenecía a algún lado pero que no recibía la atención que necesitaba y terminó abrazando una mentira que no era cierta, que era gay de nacimiento, aunque el tiempo que se identificó como gay, siempre lo hizo desde otra perspectiva menos sexual y sus relaciones eran más de tipo amistoso que amorosas.
«Nunca me sentí un hombre viviendo en la cultura gay. De hecho, no sabía quién era; sabía sólo que era gay. No me veía como una mujer, pero tampoco pensaba que fuera un hombre. Entonces me vestía como un “macho” con la esperanza de ser rescatado por un hombre muy masculino que me amara incondicionalmente. Pues bien, sucedió, pero no del modo como yo pensaba. Jesús es el hombre fuerte y masculino que me rescató. Cuando encontré a Dios, encontré la esperanza. Encontré la paz y encontré un amor verdadero, auténtico. Supe que Él me amaba de verdad, que le gustaba a pesar de mis imperfecciones o errores. Siempre me había amado totalmente, hasta el punto de que murió por ti y por mí», explica.
Es muy criticado por personas allegadas a los colectivos LGTB porque él habla con mucha convicción acerca de cómo se puede cambiar de vida alejados del desorden y el desbordamiento sexual y llevar una vida de castidad, algo que no es imposible aún para personas heterosexuales, algo que nace como consecuencia de la verdadera espiritualidad.
Prosen ha sido también criticado por denunciar la postura libertaria de sacerdotes católicos quienes incluso le decían que tener relaciones homosexuales estaba bien si amaba a la persona con la que estaba, él dice que ese tipo de mensajes son muy dañinos además porque en la comunidad gay la gente se enamora en un dos por tres y son los que más parejas sexuales llegan a tener en toda su vida. Hoy brinda ayuda terapéutica a personas del colectivo LGTB especialmente en lo que tiene que ver con depresiones, ansiedad y autoestima
Testimonio 8, 9 y 10. Dan, Rilene y Paul
Por último les comparto 3 testimonios finales de personas que se identificaban como homosexuales y que hoy en día no lo son. En la película se muestra todo lo que estas tres personas pasaron durante su vida hasta que después de tanto sufrir y luchar, lograron reencontrarse y obtener por fin la paz y la tranquilidad interior con ayuda de la fé en Cristo.
Dan se sentía atraído por los hombres, pero inicialmente le repelía la relación sexual con ellos. Tras su desagradable primera experiencia, le invadieron la depresión y la vergüenza: «¿Qué he hecho?», se preguntaba. Nunca pensó en suicidarse, pero le habría dado la bienvenida a la muerte.
Oró fervientemente para que su atracción por el mismo sexo desapareciese, y como eso no sucedió, le dio la espalda a Dios. Creía en Él pero Le odiaba, Le quería muerto porque prometía cosas que no cumplía. Cada vez que pasaba por delante de la catedral de su ciudad, le dirigía un gesto obsceno. Se volcó en la vida gay.
Sólo tuvo un «novio» real, y durante un tiempo fue feliz. Pero él quería formar una familia y tener hijos. Cuando estaba a punto de decirle a su familia que vivía con un hombre, se enamoró de una compañera de trabajo.
En su testimonio, Dan explica que durante el año que estuvo con ella volvió a sentir que Dios le amaba. Y por eso, cuando rompieron y él sintió la tentación de buscar de nuevo relaciones homosexuales, la venció, convencido de que ése no era el camino hacia su paz interior. Y cita a C.S. Lewis para afirmar que, ante el sufrimiento, el niño busca la seguridad, pero el hombre busca el significado. La «seguridad» era darle la espalda a Dios… y además la pornografía y las citas por internet. Pero esta vez Dan eligió el significado.
En el caso de Paul, buena parte de su tiempo lo pasaba ligando con hombres. Su apetito sexual era insaciable, «frenético»: tuvo «docenas, y luego cientos e incluso miles de parejas, haciéndose insensible a lo que significa ser cuerpo y alma con alguien». Uno de sus amantes estuvo entre las primeras novecientas personas a quienes se diagnosticó el sida: «El 90% de mis amigos cogieron la enfermedad y murieron».
A él no le preocupaba el sida, porque asumía que, tras tantos miles de relaciones, estaba infectado. Ni siquiera se había hecho la prueba. De hecho, se trasladó a San Francisco para no morir en Nueva York. Pero cuando se descubrió el AZT, primer fármaco eficaz contra el VIH, sí quiso pasar el test.
Y entonces, cuando se dirigía al laboratorio con ese objetivo, su vida empezó a cambiar: «Recuerdo claramente que estaba conduciendo por la Dolores Avenue sintiéndome sentenciado, cuando un rayo de sol atravesó la capota y me sentí en paz y armonía. Entonces escuché una voz desde el centro de mi ser que me decía: tú no tienes sida porque tienes demasiado que hacer para compensar cómo has vivido». Cuando el médico le confirmó que no estaba enfermo, «fue la sensación más maravillosa del mundo».
Justo entonces conoció a Madre Angélica. Una mañana temprano, zapeando en la televisión tras una noche de sexo desbocado, se encontró «con una imagen muy extraña». Llamó a su pareja y le señaló a la pantalla: ambos se rieron de la religiosa, que en aquella época llevaba un parche en el ojo y evidenciaba signos de un derrame cerebral. Se burlaron de ella denominándola «la monja pirata».
Sin embargo, su «novio», al salir de la habitación, le dijo algo que a Paul le pareció «inteligente, real y honesto»: «Dios nos creó a ti y a mí para ser felices en esta vida y en la próxima. Él cuida de ti. Él ve cada uno de tus movimientos. No conoces a nadie que pueda hacer eso».
A partir de aquel día, la Madre Angélica se convirtió en el secreto escondido de Paul. Cambiaba de canal cuando su amigo entraba en el cuarto, pero en cuanto salía volvía a sintonizar la EWTN. Empezó a ir a la iglesia procurando que nadie le viese para no perder amigos ni clientes. Y acabó yendo a confesarse: «Confesé pecados contra los Diez Mandamientos».
Y ahora recuerda cuando, rodeado de personas guapas y famosas, contemplaba la espectacular línea del cielo [skyline] de Nueva York y se sentía feliz y eufórico: «Esa felicidad y esa euforia, que me habría durado toda la vida, palidece ante la que siento al tomar el Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor en la misa».
Rilene mantuvo, tras un inicio imprevisto, una relación lésbica durante 25 años: «La encontré durante una fiesta. Había una chica, y por una serie de circunstancias me prestó atención. Reconoció algo en mí que yo no reconocía en mí misma».
Empezaron una relación que para ello empezó siendo satisfactoria: «Ella me quería y yo necesitaba que me quisieran». Comenzaron a convivir, y para Rilene llegó también el éxito en los negocios. Vivía alejada de Dios, y pensar en la Iglesia le producía «una risa histérica»: «Todo eso de la Iglesia era para gente débil, gente incapaz de relacionarse, gentes pobres y enfermas que no saben manejar sus vidas».
Sin embargo, con el paso de los años empezó a sentir que la relación con su pareja no llenaba su vacío interior. Faltaba algo, un algo que sí podía hacerla totalmente feliz. La sensación de controlar su vida y dirigirla a su antojo triunfando en todo empezaba a revelarse falsa. Empezó a comprender que hay cosas que escapan a nuestro control, pero para una persona en su posición reconocer eso exigía humildad y valentía. Rilene tuvo ambas cosas, hasta comprender que la libertad implica responsabilidad, esto es, asumir las consecuencias de nuestros actos. Se hizo preguntas del estilo «¿Cómo sé que estoy dirigiendo bien mi vida? ¿Qué criterio me permite llegar a una conclusión al respecto? ¿Tiene mi vida un propósito? ¿Qué significa estar satisfecho y en paz?».
Y descubrió que donde encontraba respuesta a esos interrogantes era en esa Iglesia de la que antes se burlaba, y entre esos cristianos objeto de su irrisión. Sumida en un proceso de depresión, empezó a salir de él cuando volvió a los templos que no había frecuentado en años, también por consejo de su terapeuta. A la semana siguiente acudió a confesarse.
Era 4 de julio (Día de la Independencia), así que no había nadie: «¡Gracias a Dios! Así que me arrodillé y dije esas palabras realmente tan hermosas: ´Bendígame, padre, porque he pecado´. Habían pasado 35 años desde mi última confesión». Estuvo 45 minutos en el confesonario, experimentando «un abrumador sentimiento de gratitud»: «Nunca lo olvidaré. Ahora estoy a salvo. Y estoy en casa».
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