El selenio es un oligoelemento y el cuerpo sólo lo necesita en pequeñas cantidades y que puede ayudar al cuerpo a:
Producir proteínas especiales llamadas enzimas antioxidantes, las cuales juegan un papel en la prevención del daño celular. Ayudar al cuerpo a protegerlo después de una vacuna. Algunos estudios médicos sugieren que el selenio puede ayudar a:
- Prevenir ciertos cánceres.
- Prevenir enfermedad cardiovascular.
- Ayudar a proteger al cuerpo de los efectos tóxicos de los metales pesados y otras sustancias dañinas.
- Incrementar la fertilidad, especialmente en los hombres, ya que se ha demostrado que este mineral aumenta la producción de semen y la motilidad de los espermatozoides.
Los alimentos vegetales, como las verduras, son las fuentes de selenio más comunes en la dieta. La cantidad de selenio presente en las verduras que se consumen depende de la cantidad de mineral que estaba presente en el suelo donde la planta creció.
El pescado, los mariscos, las carnes rojas, los granos, los huevos, el pollo, el hígado y el ajo son todos buenas fuentes de selenio. Las carnes obtenidas de animales que comieron granos o plantas que se encuentran en suelos ricos en selenio tienen niveles más altos de este mineral.
La levadura de la cerveza, el germen de trigo, al igual que los panes enriquecidos son también buenas fuentes de selenio.
La enfermedad de Keshan es causada por una deficiencia de selenio que lleva a que se presente una anomalía del miocardio. Dicha enfermedad cobró la vida de muchos niños en la China, hasta que se descubrió su relación con el selenio y se lo comenzó a suministrar en los suplementos.
Otras dos enfermedades han sido relacionadas con la deficiencia de selenio:
- La enfermedad de Kashin-Beck, la cual ocasiona una dolencia articular y ósea.
- El cretinismo endémico mixedematoso, el cual ocasiona discapacidad intelectual.
- Los trastornos gastrointestinales graves también pueden afectar la capacidad del cuerpo para absorber el selenio. Tales trastornos incluyen la enfermedad de Crohn
Demasiado selenio en la sangre puede causar una afección llamada selenosis, la cual puede provocar pérdida del cabello, problemas en las uñas, náuseas, irritabilidad, fatiga y daño nervioso leve. Sin embargo, la toxicidad por selenio es rara en los Estados Unidos.
Fuente http://www.nlm.nih.gov