Se trata de unos niños y niñas entre los 12 y 18 años que en el día de ayer han resultado parasitados por entidades espirituales después de que una de las estudiantes del colegio donde se encontraban, jugara a la tabla ouija con su smartphone y le mostrara a los otros niños sobre dicha app.
En las imágenes del video se puede ver a la niña por medio de la cual empezó todo el mal rollo, convulsionando y cómo los otros niños y niñas van siendo presa de la posesión colectiva, los médicos han suministrado diversos preparados y calmantes para controlar los episodios pero ha resultado inútil. Los niños no solo convulsionan y se retuercen con fuerza sino que hablan con voces que no son las suyas. Uno de los que inició el juego manifestó que le había dado una firma a un señor para seguir jugando… saben qué firmó y a quién????
Algunos médicos dicen que «solo se trata de una psicosis o histeria colectiva», pero… si es una mera psicosis colectiva, por qué los calmantes no han surtido efecto? teniendo en cuenta que se trata de niños, cuyo peso es inferior al de un adulto, y el tipo de medicamentos usados para ese tipo de afectación son fuertes, y que en adultos u otro tipo de persona afectada por una psicosis similar sí surte efecto y por qué en este caso no?.
Por qué los niños y niñas obtienen una mejoría en cuanto a sus convulsiones y todo la sintomatología de la que son objeto solo cuando son visitados por el sacerdote o llevados para que oren por ellos?.
Este caso se suma a una gran cantidad que se han venido presentando en los últimos dos años en diversos países como Jamaica, caso del cual también les compartimos, y donde los niños son llevados a interactuar con energías y poderes espirituales que desconocen en su totalidad, es lamentable que este tipo de episodios sigan ocurriendo por la ignorancia respecto a estos temas y más en un pueblito como ese donde ocurrió este episodio conocido como Lloron en el Chocó, Colombia. Ojalá los padres vigilaran un poco más las actividades en que están envueltos sus hijos para evitar que sean presa de este tipo de parasitaciones por entidades del mundo astral.
Las prácticas ocultistas milenarias siguen actuales y vigentes aprovechando las nuevas tecnologías como carnada para atraer nuevo público y seguir manteniendo en oscuridad a la humanidad. Algunas personas incluso se han burlado diciendo que cómo es posible que el diablo se meta en un celular pero esto nos demuestra cómo son los humanos fáciles de manipular y de cómo nos engañan haciendo ver este tipo de artefactos como algo super inofensivo
Nos recuerda el caso donde 100 niños resultaron poseídos en Perú, o el caso de esta otra chica peruana de 18 años que resultó también afectada meses atrás al jugar con la aplicación de su teléfono smartphone con la tabla ouija y quien al volver a su casa todo parecía normal y luego empezó a convulsionar mientras echaba espuma por la boca como si tuviera epilepsia.
Sus padres se alarmaron creyendo que había tomado algo para quitarse la vida. Ya en el hospital la chica gritaba recurrentemente 666 cuando el personal del hospital intentaba calmarla usando sedantes pero como en el caso de los niños colombianos, los sedantes no surtían su efecto. La chica también gritaba con voz de ultratumba que le dieran el teléfono y cuando volvía en sí, le decía a sus padres que la llevaran de nuevo a casa. La chica mostraba una fuerza sobrehumana que asombraba al personal del hospital porque entre varias personas no podían controlarla.
El poder demoníaco está usando la tecnología más avanzada para seguir ejerciendo su control y expandiendo sus tinieblas sobre la población infantil y juvenil… informe a sus hijos, sobrinos, nietos acerca de los peligros de este tipo de artefactos que aunque parezcan divertidos e inofensivos… son más peligrosos de lo que parecen
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