Mientras la red se inunda con un nuevo estúpido reto como el del cubo de agua fría, que consiste en que borregas se ponen una cocacola a sostenerla con sus pechos… por otro lado, los empleados de la planta de Fuenlabrada luchan contra una empresa que se vende como la marca de la felicidad, pero cuyos trabajadores ya hace tiempo que dejaron de disfrutar de la ‘chispa de la vida’.