Se trata de Zanzíbar, una región semiautónoma de Tanzania.  Un archipiélago de  islas en la cual se encuentra Zanzíbar y Pembar en la costa oriental de África.


niño tratado por una curandera

Zanzíbar conocida no solo como la isla de la especias y paradisíacos paisajes acuáticos sino como la isla de la prostitución masculina, esclavos sexuales y los curanderos o mgangas, una profesión entremezclada de botánico con médico brujo, exorcista y chamán que debido a su boom que explosionó dichas prácticas, de parte del gobierno se decidió en 2009 reglamentar la «profesión» y licenciar a los practicantes de la misma, amparándolos con la «Ley de medicina tradicional y alternativa» que ha beneficiado a muchos de los practicantes ya que por medio de un registro quedan «licenciados», autorizados como tales para ejercer su profesión incluso en cooperación con  hospitales, como por ejemplo han hecho en la  clínica de Bi Mwanahija Mzee, donde algunos casos no complicados, son remitidos a los médicos brujos.


Desde la creación de dicha ley se han registrado legalmente unos 340 brujos curanderos y  según el registrador del gobierno Hassan Combo, hay otros dos mil en la lista de espera para ser oficialmente reconocidos por la ley como curanderos, esto solo es posible siempre y cuando cumplan con los lineamientos de la ley de medicinas alternativas y de un grupo élite poseedores de los conocimientos más ocultistas de la isla. 


Aunque para ser registrados, los médicos brujos deben cumplir varios requisitos y es por eso que todavía hay dos mil personas esperando y aún no logran obtener sus licencias.


Entre esos requisitos se debe ser mayor de 18 años, tener más de 3 años de experiencia en sus labores de la curandería  y brujería, contar con una carta de recomendación de otro médico chamán mganga experimentado y reconocido y no basta con estos pocos requisitos sino que  la decisión final la termina tomando un concejo de 11 miembros élite de la comunidad conformado por otros chamanes, parteras, abogados y ancianos sabios que tienen gran influencia que por generaciones son el poder  en la comunidad.  Todo ello como parte de un filtro que permite según ellos, garantizar que el mganga registrado, cumple con unos requisitos mínimos de higiene y de calidad ya que ellos usan más que todo plantas y raíces y otros preparados que son dadas para ingestión a los pacientes y que como son entregadas como medicamentos, quieren asegurarse que por lo menos cumplan esos requisitos mínimos de salubridad.  Pero realmente aquí hay mucho más que unos «simples requisitos» de registro.

En la imagen vemos a un bebé de un mes de nacido que lo llevaron donde una curandera porque «no comía» según la madre.  En la misma imagen se ve a la chamana haciéndole unos movimientos y masajes ya que aseguraba que eso se debía a que la madre había ingerido «mucho hierro» durante la gestación y por eso el bebé no comía, sin embargo se ve a un bebé  de buena apariencia conforme al desarrollo que debería tener para sus primeras semanas de vida.  Los bebés no están todo el día tomando pecho y eso a veces es tomado por estos chamanes curanderos para malinformar a las madres, llenarlas de miedo y obtener ganancias con sus servicios, que talvez es la parte no tan cool de las medicinas alternativas, que no importa en qué país del mundo se encuentren, siempre va a primar el interés económico.


De todas formas el registro conlleva algunas «obligaciones y aceptación de responsabilidades» para el curandero que se registra, como es pasar por algunos módulos de formación que son impartidos por facultativos profesionales de la salud, quienes instruyen a los curanderos en temas como embarazo, diabetes, hipertensión y  a su vez los chamanes entregan a los médicos y hospitales información sobre los pacientes como estadísticas y sus necesidades más sentidas para poder brindar una mejor atencion.  No sé si recuerden que compartí hace tiempo un post donde contábamos sobre algo similar que estaba ocurriendo en Australia, donde los brujos de las comunidades indígenas nativas, estaban trabajando conjuntamente con los hospitales y ofreciendo más servicios a la comunidad incluyendo este tipo de «medicinas alternativas» que en realidad son un peligro a nivel espiritual.

Brujos chamanes Ngangkari ahora son “doctores reikistas espirituales” en hospitales australianos

Muchos de los chamanes de Zanzíbar están orgullosos de su profesión porque además han sido instruídos primeramente por sus ancestros, la mayoría han aprendido esas artes de parte de sus padres, abuelos o bisabuelos, también se sienten orgullosos y más aún cuando les llegan pacientes que no se han curado después de pasar por manos de médicos profesionales de los hospitales de ambas islas.  Aunque juega mucho y prima estratégicamente el miedo que estos brujos imparten en la población diciéndoles que en los hospitales los matan para que no vayan a los hospitales y acudan a hacerse ese tipo de terapias con ellos.


Muchas madres acuden con sus hijos a donde estos curanderos más por miedo a que tengan que operarlos y que se «mueran» como les advierten estos curanderos que viven inyectándoles temor a las personas. Las mujeres embarazadas también  acuden en busca de consuelo y «oración» para que por intermedio de esos chamanes y con su capacidad de intervenir por ellos en el mundo espiritual, creen que tienen la garantía de que sus hijos nacerán sanos y salvos y no sufrirán abortos.   En la imagen por ejemplo vemos a una madre con su nene que tiene una hernia umbilical y quien prefirió no llevarlo al hospital por miedo de que tuviesen que operarlo y lo llevó preferiblemente donde una curandera. Todo pudo haberse prevenido solamente presionando el ombligo con un botón y colocándole una faja pero vemos que los curanderos tampoco están mucho pensando en el bienestar de sus compatriotas sino que igualmente piensan es en sacarles el mayor provecho posible y dejaron que la hernia del bebé avanzara para poder cobrar más por sus servicios.

izq. niño paciente de curandera por
causa de hernia umbilical

La gente acude a los chamanes también porque cuando van a los hospitales se encuentran con que están las salas de atención atestadas de gente que va en busca de tratamientos de alguna dolencia y no llegan muy animados para esperar su turno.  También acuden a chamanes debido a que en los hospitales no pueden entregarles medicamentos gratis, otro factor es porque que también los hospitales no cuentan con los fondos suficientes para dar la atención personalizada de tipo mediciina privada a cada uno de los pacientes, también porque a veces no cuentan con equipos de alta tecnología de diagnóstico de algunas enfermedades y además por el alto flujo  de pacientes no se le puede dar a cada uno el tiempo que cada uno quisiera.  La gente en Zanzíbar es muy amable y quisieran que el tiempo que toman los curanderos en atenderlos, se lo tomaran también los médicos con ellos pero olvidan que hay pacientes con mayores problemas que los que ellos tienen y que un hospital no es una sala de charlas.


Y surge otro fenómeno y es que la gente acude al hospital y reciben los medicamentos  y los tratamientos que deben hacerse pero que luego no se realizan el tratamiento conforme a lo indicado y por pereza o dejadez terminan sin tomarse las medicinas, lo cual conlleva a que se enfermen aún más o empeoren los síntomas con los que llegaron y una vez empeorados es cuando buscan a los chamanes quienes no les dicen que se empeoraron porque no se han realizado el tratamiento recomendado por el médico sino que les dicen que es culpa de los demonios djinn.  


Uno de esos casos por ejemplo fué el de una nena de 2 años que llegó con  una leve parálisis en una de sus piernas producto de una fiebre que talvez se produjo por una meningitis o extraño virus o picadura de algún extraño venenoso insecto, los médicos le mandaron un tratamiento pero la madre prefirió llevarla a donde una curandera porque estaba convencida que era una posesión demoníaca.  La parálisis tras numerosas sesiones de masajes fué mejorando un poco y eso fué «suficiente prueba» para demostrar a la madre que efectivamente había sido un demonio el causante de ese problema, aunque la parálisis no se había curado totalmente y tampoco se dió la oportunidad a los profesionales de la salud llegar a indagar por la verdadera causa.


Entre las labores de estos chamanes brujos curanderos se encuentra el tratamiento de hernias umbilicales infantiles, depresiones y otras dolencias que son tratadas con hierbas y  raíces que ellos llaman medicamentos, así como masajes pero no todo es tan inocuo como lo muestran, ya que además ellos recurren al mundo oculto, ese mundo metafísico para poder lograr «curar» a las personas.


Es así como ese mundo sobrenatural termina siendo infaltable en este tipo de profesiones ya que no hay un curandero mganga o de cualquier otro país o etnia o comunidad que no recurra a la invocación de entidades del mundo espiritual que es como lo más intrigante y peligroso de este asunto que en apariencia pareciera inofensivo de las «terapias alternativas».  Es común que todo ese territorio sea conocido como un foco de magia negra, y es tan grande la fama de Zanzíbar y Pembar que los novicios de las artes oscuras van a recibir su graduación en ese lugar, incluso vienen desde otros lugares como Haití y el resto del mundo incluso por el medio de desdoblamiento astral a recibir conocimiento de los sabedores, los médicos brujos de grandes saberes de Zanzíbar.  Hay una corriente de seguidores de este tipo de conocimiento y que llegan en manadas como turistas y se calcula que miles de personas anualmente llegan a la isla a aprender las artes negras.


Así mismo se oyen todo tipo de historias relacionadas con los shetani, criaturas metamórficas que causan terror en la población de Zanzíbar, muchas personas reportan parálisis provocadas por estos seres que en ocasiones toman forma de anciana con patas de animal o de hombre con cara de perro incluso hombres sombra y que han causado incluso parálisis colectivas, una clara muestra de hasta dónde se ha convertido la isla en foco de entidades parásitas.  Hay un interesante relato de un nativo que sufrió una parálisis mientras iba por la calle, estaba tan horrorizado que apenas pudo moverse se puso a gritar pidiendo ayuda, uno de los vecinos lo invitó a entrar a su casa para «pasar el susto» y casi que de inmediato quedaron ambos paralizados por estas criaturas.

demonio reptiliano metamófico
relacionado con las parálisis
y violaciones provocadas a los
habitantes de Zanzíbar

Hay historias documentadas como la de un ente llamado Popo Mbawa, cuyo fenómeno fué estudiado en el 95 por psicólogos estadounidenses que no encontraron otra respuesta «lógica» más que a una histeria colectiva entre los habitantes de Zanzíbar, quienes narraban una y otra vez encuentros del cuarto tipo y experimentar lo que conocemos como abducciones, los relatos indican que este ente llegaba siempre a altas horas en las noches, en horas de la madrugada y provocándoles parálisis de sueño y violando tanto a hombres como mujeres por igual, llenando la isla de historias terroríficas. Todas las historias en común tenían como protagonista a Popo Mbawa, un demonio grande y maloliente.


Los shetani toman diversas formas, incluso de mujer o de hombre o de animal y se habla de personas muy adineradas en la isla que pactan con ellos y quienes  regularmente tienen que sacrificarles animales grandes como vacas o varias cabras, y esa sangre debe ser rociada en un cuarto donde se supone que se encuentra el ente con que han pactado.  Lo que sí es seguro es que a pesar de que se le entreguen sacrificios animales y sangre, el shetani tomará la vida de unos de los miembros de la familia … preferiblemente hombre. Hay un señor adinerado dueño de centros comerciales, flotas de taxis del que se dice tiene un shetani en un cuarto de su casa, con el que pactó para ser multimillonario y que regularmente tiene que rociar sangre de estos animales (vacas y cabras) para tenerlo satisfecho y el shetani a cambio le da dinero, estatus y poder en la isla.  Para los nativos es claro que estos pactos no solo son posibles sino que son reales!.


Todo el mundo sabe en la isla que quien quiera hacer un pacto con los shetani, los que mejor pueden ayudarle son los waganga, otra forma pluralizada usada para mencionar a los mganga, los «médicos» brujos…. esos mismos que dicen sanar enfermedades.  Para mantener alejados a los shetani, los habitantes suelen usar  párrafos con textos u hojas del corán que dejan colgando preferiblemente en la entrada de las casas, algo con lo que trabajan mucho estos «sanadores»… pactando con el diablo y convenciendo a la gente que trabajan con «dios».


Solo los sanadores experimentados que han sido certificados y que se encuentran en el registro nacional de Zanzíbar, son los que tienen los mayores conocimientos de cómo mantener controlados a estas entidades demoníacas metamórficas sedientas de sangre, y es por eso que tienen tanto éxito con la población, quienes les pagan absurdas cantidades de dinero para mantener alejados a los shetani de sus familias para que no los enfermen.


Los mganga se reúnen anualmente, los de mayor rango por decirlo así, y son ellos los encargados de elegir a quiénes iniciarán en los conocimientos, generalmente personas jóvenes y de esos «elegidos», solo los más aptos podrán convertirse en médicos brujos, porque no cualquiera puede ser médico brujo y allí está la respuesta de por qué solo desde el 2009 solo hay 340  curanderos reconocidos y aún hay 2000  de ellos en lista de espera, porque solo los que tienen la capacidad de controlar a los shetani son los que pasan la prueba ya que dicen que un médico brujo que no pueda controlar esas entidades macabras y demoníacas, puede poner en peligro a los pacientes y a la comunidad y producirse muertes «misteriosas» provocadas por los shetani, que matan para su satisfacción debido a su sed de sangre.


Cada «botánico», médico curandero, está conectado como mínimo a 10 shetani, que son quienes le dan a estos brujos los secretos de las plantas  para sanar a las personas y quienes deben estar en capacidad de manejar a estas entidades para lograr sacarlas de las personas a las que han poseído, lo tipico de lo que hacen reikistas y exorcistas, meter entidades más fuertes en las personas para que luego saquen a las de menor poder y su trabajo se vea como algo efectivo.  De hecho hablar con un mganga puede resultar una experiencia un tanto tenebrosa ya que su voz se escucha como se escucharía la de una de esas entidades, voces roncas y guturales.  Hubo un caso de una chica que llegó con manos y pies retorcidos a donde uno de los médicos curanderos, ya que en el hospital todo parecía estar bien y no encontraban explicación para sus manos y pies torcidos, para lo que tenía así que fué remitida a donde un mganga.  Este mganga le susurraba cosas al oído con su voz demoníaca gutural y ronca y la chica gritaba igualmente con una extraña voz en extremo aguda y que claramente no era la de ella mientras se retorcía como vemos en los típicos exorcismos y después el mganga, en realidad  una curandera, manifestaba quedar satisfecha con el trabajo, acariciaba las manos y pies masajeándola para luego ella caer desmayada y supuestamente… «curada».

Ves a esta mujer como si estuviera durmiendo?  el jeque, que conforma ese grupo élite, le echa agua en su nuca porque cree que está poseída e intenta «despertarla».  


Probablemente la mujer solo sufre de anemia que le provoque el querer estar durmiendo, o tener debilidad por baja en el número de plaquetas o estar sin fuerzas por mala alimentación pero los curanderos convencen a los pacientes de que si acuden al hospital, allá se mueren, así que así es como los manipulan de ir con ellos para ser «curados» de males que incluso ellos mismos les han provocado usando a estas entidades.


Muchos curanderos recurren a la lectura del Corán para lograr la «sanación» de sus pacientes, talvez para darle una apariencia menos macabra y satánica a  todas sus actividades, aunque el milagro no ocurre por arte de magia ya que para ello hay que recurrir a la invocación de diversas fuerzas que son mencionadas en el Corán, el libro sagrado de los musulmanes… los djinn… contra los que los mganga dicen luchar pero con quienes realmente han pactado y con quienes trabajan para  «curar» a sus pacientes…. invocando a los shetani que suena un poco a chitauri o shaitán….. en últimas la misma cosa. 


 Muchos curanderos invocan esas fuerzas para según ellos, evitar por ejemplo que los bebés de mujeres embarazadas sean poseídos por entidades y son diversos los tratamientos, introduciéndoles shetanis para sacar otros shetanis,como cuando agarras un pokemon de mayor puntaje para sacar un pokemon de menor poder.  


Muchos exponentes de la new age estarán deseosos de que en sus países se hagan «avances» como en Australia y como en Zanzíbar, aprobando tratamientos mal llamados alternativos que realmente contribuyen al crecimiento y expansión de  prácticas ocultistas que a la larga terminarán cobrando factura porque los shetani o como les llaman en occidente, ángeles, seres de luz, maestros ascendidos, Ashtar Sherán, Saint Germain, Alaniso, extraterrestres o los nombres que se hagan dar, no ayudan de gratis sino que siempre van en busca de sacrificios humanos.

ésta embarazada ha tenido un par de abortos
anteriormente y acude a donde este curandero brujo
para que bendiga a su bebé para que no sea poseído
y no se vaya a morir.  El brujo usa páginas del corán
como se ve en la imagen, para «sacar» el demonio
del cuerpo del bebé y pueda nacer

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