Casado con la reina Isabel II de Inglaterra desde el 20 de noviembre de 1947, el duque de Edimburgo no fué rey y no nació para serlo a pesar de ser bisnieto de Victoria I de Inglaterra, de Cristian IX de Dinamarca y tener varios monarcas en su árbol genealógico.
El abuelito de William renunció a sus títulos reales de príncipe de Grecia y de Dinamarca cuando se comprometió con la princesa heredera Isabel, hija de los reyes Jorge VI e Isabel, la Reina Madre, que no tiene rey. Como quien dice, un rey se nace, no se hace!, que es lo que probablemente pase con William y con Kate, la cual sí será la futura reina no solo de Inglaterra sino de todo el mundo, claro… debido a su genética nefilím.