No se trata del cuento de la caperucita roja, se trata de uno de los tantos lobos feroces que abundan en la web.  Este se hacía llamar el lobo feroz, aunque su verdadero nombre es llama Juan Carlos Sánchez Latorre y catalogado como el mayor pedófilo a nivel mundial, ya que abusó de más de 500 niños menores de edad.

Cómo puede un ser llegar a tanta perversidad?

Sánchez vivía una aparente vida normal, era tecnólogo de sistemas que detrás de una cara amable y trabajador eficiente, escondía una horrenda faceta, la de un tenebroso lobo rapaz que a la fecha del 2005, ya llevaba cometidos 60 violaciones sexuales contra menores de edad, inexplicablemente la fiscalía lo deja en libertad a pesar de las pruebas y testimonios en su contra.

El hecho de que contara con el aval de la justicia, hizo que creciera en él el apetito de un verdadero lobo.  Por años estuvo en los listados de los más buscados por la Interpol, sin embargo seguían dándose docenas de casos y nadie realizaba investigaciones concienzudas que permitieran encontrar similitudes en los ataques.

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Y es sólo en 2011 que se encontró su rastro en México,tras una redada de las autoridades   contra redes de pederastas que actuaban en la capital de su país arrestaron en un café internet a Héctor Faria, conocido con el alias de Anthony quien se comunicaba con un tal «lobo feroz». Al revisar el material que tenía en su poder descubrieron centenares de correos, chats, videos y fotografías provenientes de Colombia y cuya cuenta de correo era sadico13@xxx.com y a través de la cual enviaba datos encriptados que dificultaban poder encontrar su paradero.

Posteriormente es cuando logran desencriptar parte del material encontrando en una de las carpetas documentos numerados  desde el número 1 hasta el 276. Sin nombre, cada número iba acompañado de un archivo adjunto, cada uno con la foto de un niño desnudo. 

Un segundo archivo era aún más aterrador. Contenía videos, de entre 2 y 5 minutos de duración, en donde en forma brutal el individuo abusaba sexualmente de cada uno de estos 276 menores. En muchos se oyen los gritos, los lamentos y las súplicas de las pequeñas e indefensas víctimas. Esta parte del material solo cubre lo encontrado del periodo entre finales de 2008 y mediados de 2011.

En los nauseabundos chat entre Anthony y el lobo feroz, este le narraba sus técnicas de abuso, usando cuchillos, amedrantamiento, amenazas de muerte, hasta cómo llevaba a cabo cada uno de sus actos de violencia sexual etc.  Anthony por el contrario le recomendaba hacer lo que él hacía, que era darles palizas casi hasta dejarlos al borde de la muerte para que tuvieran tanto miedo que nunca hablarían de los abusos

Resultado de imagen de pornografia infantilAnthony no solo era violador sino que era quien pagaba a el lobo feroz por cada uno de sus actos de violaciones, y el material obtenido era vendido a redes aún más complejas de pedófilos en la red.  Anthony recibía entre 100 y 400 dólares por cada video recibido del lobo feroz.

La estrategia del lobo feroz era recurrir a centros comerciales en especial donde había videojuegos y niños jugando por ahí, también solía visitar barrios marginales donde al parecer era mucho más fácil acceder a sus víctimas.  El lobo feroz primero les tomaba fotografías y hacía una especie de catálogo y se lo enviaba a Anthony, quien le decía cuánto pagaría p las violaciones, y según el precio que le dijera, entre más alto, a ese niño o niña volvía a buscarlo para ejecutar su horrendo plan.  Algo clave para que los padres aprendamos de cómo actúan estos pedófilos pederastas, es que se ganan la confianza de los pequeños  hablándoles de cosas que les gustan, como videojuegos y cosas de esas.

En ocasiones les ofrecía dinero a los peques para que se dejaran tomar fotos desnudos, algo así como para que compraran dulces, y si no accedían ya los amenazaba con cuchillo en mano.  Lo más complejo fué que era él el que hacía todo el trabajo, no tenia cómplices que editaran lo filmaran los videos así como comercializarlos, actuó siempre solo

El trabajo para encontrarlo fué arduo, ya que no actuaba desde un pc particular sino que siempre usaba cabinas de café internets, la fotografía la mostraban por las calles a ver si alguien lograba identificarlo hasta que después de meses de espera, un investigador llegó a una sala de videojuegos y al preguntar a uno de los jóvenes, su rostro se descompuso y pidió que ojalá lo mataran porque él había sido una de las víctimas de abuso sexual del 2005 cuando tenía apenas 12 años.  Un joven que había quedado traumatizado de por vida, al igual que otros 5 jóvenes que habían contado del mismo drama que pasaron con ese abusador pederasta.

Pero no es sino a través del seguimiento a las llamadas que periódicamente realizaba a su familia que lograron ubicarlo finalmente en Venezuela, y es la Interpol la que se pone en su búsqueda, encontrándolo rondando el 1 de diciembre pasado en las fafueras de un jardin infantil, buscando a nuevas víctimas para sus abusos.

1.450 archivos solo entre 2008 y 2011 de 267 víctimas de esa fecha hasta el 2017 se contaba con un total de un poco más de 500 niños y niñas que fueron abusadas por él

El mundo entero se estremeció con la bestia, que era el apodo de un tipo que no solo abusó sino que acabó con la vida de más de 150 menores, y catalogado entonces como el asesino serial más peligroso, el lobo feroz se ubica en la escala más alta de malignidad, el violador más cruel a nivel mundial con una cifra récord que nos deja ver que la policía en ocasiones es  copartícipe de estas actividades criminales, habría que analizar estos casos ya que siempre se encuentran aspectos relacionados con prácticas ocultistas y abusos sexuales en la infancia, como el caso de Garavito, quien fué abusado sexualmente por su papá y quien practicó rituales ocultistas durante su juventud.

Es ineplicable que a un violador de ese calibre lo hubiesen dejado suelto, perpetrando abusos en centenares de menores que si bien no perdieron la vida, quedarán con trauma de haber sido violados a cambio de dinero y la satisfacción insaciable de un verdadero lobo de cuentos de terror, y todo para saciar la sed de otros pedófilos aún más perversos, esos que pagan gruesas sumas de dinero para que un niño o niña sea abusado al otro lado del mundo, un negocio que contrario a lo que quisiéramos, sigue en aumento

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