Los usuarios de Internet consideran que toda persona tiene derecho al olvido digital, pero borrar su pasado del ciberespacio se ha vuelto una tarea casi imposible. Y es que los buscadores siguen mostrando contenidos aunque sean comprometedores.
«Esta es la última frontera de la libertad de la gente, una vez que perdamos la privacidad y los datos estén en manos de los Estados Unidos, de los países, de empresas, vamos a perder nuestra libertad. Todo lo que se pueda hacer, en el intento de que la persona proteja su intimidad, será poco», subraya Jorge Badiola, presidente de la fundación Protección de Datos.
Con solo un nombre y un buscador podemos encontrar datos personales, multas, sanciones, o por ejemplo, un pasado comprometedor que se perpetúa en la red. Una deuda con la seguridad social de hace 15 años