En cuestiones de la realeza, habrán oído acerca de la entronización de Naruhito como el 126° emperador japonés del imperio crisantemo y cuyo verdadero nombre es Hiro-no-miya Naruhito Shinnō, hijo de Akihito y de la emperatriz Michiko y quien protagonizó una lujosa y a la vez polémica entronización que se dió el pasado 22 de octubre (fecha cabalística) y a la cual asistieron prominentes personalidades como los mandatarios de 174 países, incluídos lógicamente los representantes de las casas reales de todo el mundo, la realeza negra de la que Naruhito forma parte, el escándalo surgió además porque la ceremonia costó más de 240 millones de euros, una suma escandalosa si tenemos en cuenta los problemas a nivel mundial.
El príncipe Carlos, la reina argentina, Leticia la reina de España y otras legendarias figuras reales se robaron las miradas frente a sus costosos y llamativos atuendos y los excesivos lujos en general que se dieron durante toda la ceremonia que en parte no resultó conforme a lo planeado, tanta pompa tuvo que ser eliminada al final por las lluvias que se interpusieron y no dejaron mostrar aún más lujo y show.
Pero bueno, no hablaremos de moda y de la ceremonia como tal sino de los extraños rituales asociados a este tipo de eventos mundiales, como por ejemplo el que Naruhito hubiera sido nombrado emperador de Japón el 1 de mayo, una de las fechas en que festejan los satanistas, fecha en que precisamente se crearon los illuminati y que rodea muchos eventos de las familias reales como el matrimonio de la princesa Diana o el matrimonio de su hijo William.
Otro de los rituales tiene que ver con el uso de un kimono anaranjado para simbolizar el sol y que usan los emperadores en sus entronizaciones desde el siglo IX y que usó lógicamente Naruhito y con el que dió su juramento a su pueblo:
«Juro actuar según la constitución y cumplir mi responsabilidad como símbolo del Estado y de la unidad.
Espero que Japón se desarrolle y contribuya a la amistad y paz en la comunidad internacional, y al bienestar y prosperidad de la humanidad a través de la sabiduría y constantes esfuerzos de las personas»
Después de ese magno juramento, el nuevo emperador Naruhito debió esperar otros 22 días antes de someterse a otro curioso ritual que precede el cumpleaños de su esposa que se da 22 días más tarde. Aquí lo curioso es que precisamente es un ritual donde entran en juego mujeres y no precisamente su esposa sino además un ente de tipo espiritual.
Ese ritual es llamado “El Daiyosai” o “Rito de la Gran Fiesta” y se practica desde el siglo XI, hace poco más de mil años. El emperador se supone que durante el ritual tiene un encuentro íntimo de tipo sexual con Amaterasu, la “Diosa del Sol” y antepasada de la familia imperial de Japón.
Este ritual indiscutiblemente no deja de sorprender ya que es similar a los rituales sexuales que llevan a cabo los satanistas en sus iniciaciones.
Ese ritual se lleva a cabo en esas cámaras de madera que se ven en la imagen anterior a donde el emperador es introducido para pasar seis horas en un acto sexual con esa diosa solar y con dos doncellas, para finalizar en una posesión, ya que después de los actos orgíasticos esa entidad espiritual penetra en el cuerpo del emperador, llevándolo a convertirse literalmente en un walk-in. Lógicamente no se muestran imágenes de los actos sexuales, y la información es limitada dejando a la vista que se trata de dos doncellas…
Para quienes no saben, una doncella es una mujer que aún no ha conocido hombre, es decir… virgen, le llevaron dos vírgenes que desconocemos si pudiera tratarse en realidad de dos niñas, que es como lo que más gustan estos miembros de las familias reales y que supuestamente deben tener sexo con el emperador para que él reciba a la diosa en su cuerpo.
Amaterasu es una diosa milenaria que se supone es la que da origen al linaje del que proviene la familia real japonesa y de la que genéticamente viene este emperador, esos dioses anunnaki de donde proviene la semilla, la simiente del mal de la que provienen todo ese linaje de la nobleza negra.
Talvez oíste de la entronización y no le prestaste mucha atención a los rituales posteriores, que confirman toda esa fenomenología que hemos venido exponiendo relacionada con esas familias reales, realmente vehículos, cuerpos hospederos de entidades maléficas.
Como se puede ver en esta entronización no solo entró en juego muchísimo dinero sino, cuestiones esotéricas de tipo espiritual que mucha gente ni siquiera se imagina que existen.
A la gente se les habla de dioses anunnaki y creen que se les toma el pelo y no toman eso en serio pero mira cómo «ellos», esas familias reales sí que se toman todo eso muy en serio.
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