El exarzobispo polaco Jozef Wesolowski fue mandado a arrestar por el papa Francisco para que sea juzgado por delitos de pedofilia. El religioso de 66 años utilizaba a un diácono dominicano que lo ponía en contacto con adolescentes de las zonas más pobres de República Dominicana para que su «apetito sexual pudiera ser satisfecho». El exnuncio apostólico de Santo Domingo tenía un ordenador con más de 100.000 vídeos y fotos de contenidos pedófilos, descargados de internet y de las propias víctimas.
La policía ha descubierto la colección secreta que el exarzobispo polaco Jozef Wesolowski en Santo Domingo conservaba en su ordenador portátil, propiedad del Vaticano, según ha publicado Il Corriere della Sera.
Más de 100.000 imágenes pornográficas, entre vídeos y fotos de jóvenes varones de entre 13 y 17 años obligados a posar desnudos o a mantener relaciones sexuales entre ellos o con otros.
El tráfico de correos y el historial de navegación del exarzobispo revela sus accesos a portales gais y las personas con las que intercambiaba imágenes pedófilas.
Uno de los detenidos en República Dominicana, es el diácono de Wesolowski, Francisco Javier Occi Reyes, que denunció su complicidad a la alta jerarquía vaticana.
Francisco Javier Occi Reyes, habría participado en los abusos y participaba en la búsqueda de los chicos más pobres de la zona del malecón para llevárselos al entonces arzobispo.
La investigación no ha terminado y ahora se sigue la pista de otras personas que habrían ayudado al religioso a ‘pescar’ a sus víctimas. No se excluye que este nuevo capítulo de la investigación destape una red internacional de pedofilia de la que formaba parte Jozef Wesolowski.
El escándalo de Jozef Wesolowski en Santo Domingo había explotado en 2013 cuando en junio pasado la Congregación para la Doctrina de la Fe lo expulsó del sacerdocio.
Tras lo ocurrido el Vaticano abrió una investigación que concluyó con el arresto de Wesolowski y el procesamiento por un tribunal penal en Italia.
Se espera que el juicio contra Wesolowski comience entre finales de 2014 y principios de 2015 y algunos abogados creen que al menos le darán seis o siete años de cárcel.
Redada vaticana contra la pedofilia
El papa Francisco ha hecho realidad lo que ya había anunciado como tolerancia cero contra los escándalos sexuales que salpican a la Iglesia.
El sumo pontífice ha destituido este viernes a un obispo paraguayo acusado de proteger a un sacerdote sospechoso de abusos sexuales a menores.
El nuncio apostólico en Paraguay, Emilio Arrioti, anunciaba: «El papa Francisco ha dispuesto la sustitución del obispo de Ciudad del Este. Su excelencia monseñor Rogelio Livieres Plano».
Decisión que se produce tras una investigación del Vaticano por encubrir y promover al sacerdote argentino, Carlos Urrutigoity, acusado de abusos en Estados Unidos.
Fernando Lugo, expresidente de Paraguay y actual senador, valoraba así la medida del pontífice: «Parece que el papa Francisco tiene bastante clara la película y mano dura en no avalar ningún tipo de irregularidades en la Iglesia».
A esto le sigue la suspensión de sus funciones de los obispos latinoamericanos Marco Antonio Órdenes, de Chile; y Gabino Miranda Melgarejo, de Perú, que podrían enfrentar procesos por abusos de menores.
Al primero, el Santo Oficio le prohibió ejercer como sacerdote, luego de que Órdenes fuera involucrado en un caso de abuso sexual con un menor de edad, al que él mismo calificó como “acto imprudente”, pero negó que fuera homosexual y pedófilo.
Al segundo, Miranda Melgarejo (vinculado al Opus Dei), su diócesis lo alejó ya desde el año pasado, luego de varias denuncias de abusos contra menores y después de que el Vaticano lo regresara al estado laico.
Al primero, el Santo Oficio le prohibió ejercer como sacerdote, luego de que Órdenes fuera involucrado en un caso de abuso sexual con un menor de edad, al que él mismo calificó como “acto imprudente”, pero negó que fuera homosexual y pedófilo.
Al segundo, Miranda Melgarejo (vinculado al Opus Dei), su diócesis lo alejó ya desde el año pasado, luego de varias denuncias de abusos contra menores y después de que el Vaticano lo regresara al estado laico.