Enfrentarse cara a cara con el complejo médico-farmacéutico puede traer malas consecuencias.
El actor Rob Schneider, conocido por sus papeles cómicos en numerosas películas de Hollywood, puede dar testimonio de ello.
Schneider denunció hace poco más de un mes, de forma pública, la necesidad de investigar el escándalo de las vacunas en EEUU en el que está envuelto el CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU).
En el artículo hablábamos de un fraude científico deliberado cuyo fin era enterrar las evidencias clínicas que vinculan la vacuna triple vírica (sarampión, parotiditis y rubeola) a un aumento del 340% de casos de autismo entre los niños afroamericanos.
Tal fraude fue denunciado públicamente por una de las personas implicadas en dicho fraude, el científico del CDC, William Thompson.
Los medios de comunicación norteamericanos taparon el asunto tanto como pudieron, pero personajes públicos, como el actor Rob Schneider dieron un paso al frente y se involucraron personalmente.
Así fue como Schneider instó, mediante una carta pública (enlace aquí), a varios dirigentes políticos y en especial al gobernador de California, Jerry Brown, para que investigaran el fraude. Incluso Schneider dijo poseer una copia del informe original del CDC que había sido suprimido de forma fraudulenta.
Rob Schneider
Han pasado las semanas y Schneider ha empezado a pagar las consecuencias de su atrevimiento.
Hasta hace pocos días, el actor era una de las caras famosas que salían en los anuncios de la aseguradora State Farm Insurance, pero tras mostrarse públicamente en contra de la vacunación obligatoria a los niños y denunciar el caso del fraude científico del CDC, la aseguradora ha “decidido prescindir de sus servicios”…
“State Farm Insurance ya no emitirá el anuncio de televisión protagonizado por Rob Schneider debido a sus opiniones en contra de la vacunación. La decisión se produce después de una campaña en las redes sociales que reclamaban que Schneider dejara de representar a la compañía en dicha publicidad”
Según el polémico escritor e investigador Jon Rappoport, especializado en la denuncia de los escándalos médicos y farmacéuticos desde hace décadas:
“Schneider tiene agallas e inteligencia. ¿Cuál de sus compañeros de Hollywood saldrá en su defensa? Ya pueden estar seguros de que ninguno, pues querrán proteger sus carreras.
Hay raras excepciones, pero por norma general, la gente del mundo del espectáculo ni tan solo abre la boca cuando se trata de asuntos médicos. Apoyan sistemáticamente al establishment”
Tras la decisión del gigante de seguros State Farm de prescindir de su imagen en los anuncios, Rob Schneider ha ofrecido su respuesta, a través de su cuenta de Twitter…
“Gracias a todos mis seguidores que creen, como yo, que deben ser los padres los que decidan lo que es mejor para sus hijos, y no los mandatos del gobierno”
Previamente había publicado una significativa cita de George Washington que dice: “Cuando perdamos la libertad de expresión, nos podrán llevar, mudos y silenciosos, como ovejas al matadero”
Más allá de lo que opinemos sobre el tema de la vacunación, ¿no debería resultar preocupante que en una supuesta democracia se censure a alguien por opinar en contra de lo establecido por el cártel médico-farmacéutico?
Bien, quizás el propio Schneider responda a esta pregunta. Esto es lo que declaró en una entrevista concedida a una emisora de radio el mayo pasado:
“Las democracias no terminan bien. La democracia en EEUU se encamina rápidamente hacia el fascismo. En este país hay una especie de mentalidad de masa de la que debemos tener cuidado”
“En EEUU, realmente no tenemos libertad de prensa. Los medios de comunicación son propiedad de tan solo ocho compañías diferentes y esto es algo que no ayuda al ciudadano americano medio”
Y por lo visto, al menos en lo que se refiere a asuntos médicos, todo el mundo occidental parece estar en las mismas condiciones.
Debe ser un negocio enorme porque algunos tratan de protegerlo a toda costa…