Este diccionario, el más amplio y documentado que existe hoy sobre los símbolos, resulta muy útil en numerosas disciplinas: la historia de las civilizaciones y religiones, la filología y la lingüística, la antropología cultural, la historia y crítica del arte, las ciencias de la información y la comunicación, las artes visuales, las artes plásticas, etc.

Es una obra de consulta y una introducción a la simbología. La versión castellana mejora y amplía en algunos puntos la edición original francesa. Contiene unas 1 200 voces y 300 dibujos que se prestan a interpretaciones y que ayudan a entender un poco algunos de los símbolos que constantemente vemos en mensajes subliminales y simbología esotérica illuminista e incluso muchos investigadores de las conspiraciones se han basado en ellos aunque hay que ser siempre cuidadosos ya que algunas interpretaciones son encausadas hacia la astroteología.

Jean Chevalier ha conseguido entonces editar una obra única en la cual se encuentran presentes los íconos culturales de África negra, América precolombina, Eurasia, el Extremo Oriente, el Medio Oriente, Asia Meridional, como así también los rituales islámicos, judíos, cristianos, celtas y germanos, la tradición grecorromana y el crítico Egipto antiguo.

Un ejemplo de lo que se puede encontrar en este diccionario:

Según Chevalier y Gheerbrant se explica por ejemplo que las hadas tienen origen en las Parcas Griegas. Hada viene de la palabra latina Fata que viene a significar «destino» y que por lo tanto emperantado a la palabra castellana de uso común «fatalidad».

Las Parcas o Fatas en folklore Grecolatino estaba «representado por tres estatuas llamadas vulgarmente las tres hadas, la Tria Fata». Eran conocidas como hilanderas que trabajaban preparaban el hilo del destino humano el cual hilaban en una rueca y llegada la hora la cortaban con una tijera. Su símbolo ternario puede ser asociado a las Diosa Trina de las tradiciones Prehistóricas Europeas, es decir la Diosa Luna (Representa a las fase lunar creciente, Plenilunio y Menguante) según la interpretación de Robert Grave en su Diosa Blanca.

Tradicionalmente se ha atribuido a estas tres mujeres como las tres etapas de la vida: Juventud, Madurez y vejez que en la tradición Celta era conocido como la Diosa Ana-Dana-Danaam y la tradición nórdica Urd-Verdandi-Skuld.

Explica Chevalier que cuando nacía un niño bretón se colocaban tres tenedores en una habitación apartada de la casa, con el fin de que las hadas fueran propicias.  La relación entre nacimientos y las hadas es patente en muchos rituales paganos y cristianos en Europa. Ya en la tradición irlandesa se creía que algunas hadas robaban a los niños más bellos que se llevaban al país de las Hadas y para enganñar a sus padres, lo cambiaban por un duende feo que se llamaba Changeling… un mito que es recurrente en Peter Pan … usado en cuentos y películas para niños.

En la mitología Nórdica Snorri Sturlusson en el Gylfaginning Hár explica al Rey Gylfi que todos los hombres tras su nacimiento le acompaña una Norna Menor (Las Parcas Nórdicas) y que su naturaleza puede ser un elfo, gnomo o un troll. Estas parcas también eran conocidas como Fylgjas (Acompañantes). Esta creencia sería análoga a la creencia  del  famoso «Ángel de la Guarda»!!! tan promocionado en la angelología new age y el cristianismo!.

En este momento recordé una publicación anterior de un ente que fué fotografiado precisamente en un hospital tras el nacimiento de un bebé… un extraterrestre de los grises, cabezón… el ángel guardián? porque en la nueva era y el cuento de los niños índigo, ellos hablan de «hadas» o duendes que luego se transforman en extraterrestres y que son sus ángeles guardianes.

Este es el libro, está completo  

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