El beta-caroteno es uno de los pigmentos de un grupo de pigmentos rojos, anaranjados y amarillos llamados carotenoides. El beta-caroteno y otros carotenoides proveen aproximadamente el 50% de la vitamina A necesaria en la dieta.El beta-caroteno está presente en las frutas, verduras y granos. También se puede hacer en el laboratorio.
El beta-caroteno se utiliza para disminuir los síntomas de asma producida por el ejercicio; para prevenir ciertos cánceres, las enfermedades del corazón, las cataratas, y la degeneración macular senil (DMS); y para el tratamiento del SIDA, el alcoholismo, la enfermedad de Alzheimer, la depresión, la epilepsia, el dolor de cabeza, el reflujo, la presión arterial alta, la infertilidad, la enfermedad de Parkinson, la artritis reumática, la esquizofrenia y trastornos a la piel que incluyen soriasis y vitiligo.
El beta-caroteno también se utiliza en las mujeres desnutridas para disminuir las probabilidades de muerte y ceguera nocturna durante el embarazo, así como para la diarrea y fiebre después de dar a luz.
Algunas personas que se queman fácilmente con el sol, incluyendo aquellas con una enfermedad hereditaria llamada protoporfiria eritropoietica (PPE), usan el beta-caroteno para disminuir el riesgo de quemaduras solares.
Hay muchas autoridades – incluyendo la Asociación Americana del Corazón, la Sociedad Americana del Cáncer, el Instituto Mundial de Investigación del Cáncer en asociación con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer, y la Agencia Internacional para Investigación del cáncer de la Organización de la Salud Mundial – que recomiendan obtener el beta-caroteno de los alimentos y no de suplementos, por lo menos hasta que las investigaciones demuestran si los suplementos ofrecen el mismo beneficio. El comer 5 porciones al día de frutas y verduras provee 6-8 mg de beta-caroteno.