Son solo unos de los testimonios que están convenciendo a miles de adorar a Lucifer.
Un niño me pegaba en la escuela y Satán hizo que parara. Desde niña yo era muy religiosa pero desde que mi padre enfermó por más que recé… él se fué, ahí fué donde encontré a Satán. Él siempre ha estado con nosotros desde la creación del mundo, nos respeta y no pretende cambiarnos. Creer en Satán no implica renunciar a tus derechos. Su obra está en «todas partes» llamándote y diciéndote «te quiero», «te deseo», abramos nuestros corazones y démosle una oportunidad a Satán!.